Ouija (2007) Topel Lee
Cuando me decidí a ver esta película pensé que se trataba de otra de las tantas americanadas de terror que salen directamente a dvd todos los años. Me llamó la atención la gran cantidad de apellidos hispanos que salían en los títulos de crédito pero mi sorpresa fue mayúscula cuando me di cuenta que estaba ante una producción filipina. Actualmente sorprende la gran cantidad de cintas de terror producidas por países del otro lado del mundo. Así, abundan las australianas, de Hong Kong, Tailandia, Corea y sobre todo de Japón. La mayoría no son más que vueltas de tuerca a las mismas ideas con mayor o menor presupuesto y con mejor o peor fortuna.
En “Ouija” nos encontramos con la enésima película de fantasma infantil pálido, con pelo largo y con la curiosa costumbre de flotar desde el techo.
La historia nos cuenta como 4 niñas hermanas dos a dos y primas por parejas (buff), realizan una sesión de ouija en una playa. Cuando la cosa empieza a ponerse mal aparece su abuela, que es medio bruja, y soluciona el problema.
20 años después las cuatro vuelven a reunirse como consecuencia del fallecimiento de la abuela. La noche del funeral, deciden llevar a cabo otra sesión de ouija (parece ser que los filipinos no tienen otra cosa que hacer) y cuando un espíritu se manifiesta, la tabla cae al fuego dejando libre en la Tierra al fantasma. Este ser comenzará a perseguirlas para darle muerte.
La historia novedosa no es ya que la ouija es una excusa como cualquier otra para que se manifieste el ser incorpóreo y les dé caza. El problema del guión es que a partir de los primeros 15 minutos, que son bastante interesantes, el resto de la cinta se vuelve muy repetitiva con una sucesión de persecuciones similares sin que prácticamente haya ningún asesinato. El esquema es siempre: chica sola – fantasma se manifiesta – chica escapa.
El presupuesto es bastante reducido lo que repercute en los efectos especiales que se reducen a maquillaje, colgar al fantasma del techo y poco más. No es que yo sea de los que aman los FX por encima de todo pero en una película de terror de este tipo suelen ser bastante relevantes.
Por otra parte la fotografía es bastante sucia y poco acertada. Casi parece hecha por un novato.
Las actrices cumplen bastante bien y son, sin duda lo mejor de la película. Únicamente me disgustó un poco la que hace el papel de Romina (Jolina Magdangal) ya que es la típica modosita que nunca rompió un plato (aquí quizás el problema sea más del papel que de la actriz). En un sentido más estético, decir que hay dos, la que hace de Sandra (Iza Calzado) y, especialmente, la que interpreta el personaje de Ruth (Rhian Ramos), muy atractivas con ese toque exótico que poseen las mujeres filipinas a medio camino entre rasgos occidentales y orientales.
Señalar un detalle que me llamó especialmente la atención. Los personajes intercalan conversaciones en los dos idiomas oficiales. Generalmente hablan inglés los que parecen de clase más alta o más cosmopolitas (como el médico o la abogada de éxito) y el tagalo se reserva para conversaciones más familiares o para la gente de la isla.
Poco más puedo comentar de esta producción que lo que hace es trasladar toda la iconografía del cine fantasmal japonés de los últimos años a Filipinas. Se deja ver pero sin aportar nada especial al género.
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