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Pesadilla Sangrienta (1989) – Leandro Luchetti

Pesadilla Sangrienta (1989) – Leandro Luchetti

Tengo que confesar que, cinematográficamente hablando, soy algo masoquista y que aun cuando existen claros signos de que la película no merece la pena, la acabo viendo igualmente. Éste es el caso de “Pesadilla Sangrienta”.

Para empezar es importante señalar que aunque este título se vende como de Lucio Fulci, este interesante y controvertido realizador no es el director. Se trata de la típica cinta “famoso” presenta. Así que el que espere ver ese virtuosismo tan característico de Fulci a la hora de representar ambientes oníricos la lleva clara.

El argumento gira entorno a un terapeuta que acude a una antigua mansión para tratar a su dueña la cual sufre una enfermedad que la mantiene en una silla de ruedas. Este médico percibe, gracias a unos poderes extrasensoriales que tiene (sin comentarios), la visión de una persona asesinando a otra en una zona abandonada de la vieja casa. A medida que vaya avanzando en su investigación descubrirá los secretos ocultos de los personajes que le rodean y de su pasado.

Una película que nos presenta a los 5 minutos una escena en la vemos a una joven con un abrigo de pieles puesto y cuando el protagonista le pregunta si es familiar de la dueña de la casa, lo deja caer al suelo (en la mejor tradición del porno barato) mientras dice (y podemos apreciar entonces por su vestimenta) que se trata de la criada ya nos demuestra la habilidad del guionista. Pero eso sería quedarse corto porque durante su hora y media de duración abundan las situaciones absurdas como la relación sádica entre la dueña y la criada o esas escena del protagonista haciendo tai-chi que no aportan nada a la historia así como los diálogos delirantes como “no sé lo que me está pasando pero tengo ganas de amar”.

El director no tiene ni idea de qué hacer con la cámara por lo que, o la mueve de un lado y a otro sin sentido, o la deja fija en planos raros y muy forzados. Así vemos escenas como la llegada inicial del doctor a la casa en las que, a pesar de apreciarse que la sala en la que toman el té la dueña y su amiga periodista es grande, los tres personajes están sentados en  una esquina de la habitación. Ridícula también es la escena en la que el protagonista se ve atacado en las escaleras por el cadáver en silla de ruedas. Aquí se juntan una mala dirección con una patética actuación. En teoría ante verse arrollado por esa silla de ruedas, la aparta de un golpe pero en verdad se aprecia que agarra la silla y, tomándose su tiempo para ello, la empuja escaleras abajo.

En cuanto a la actuación de los actores, parecen salidos de una película erótica de los 80. Al protagonista, que más que médico parece un curandero, le ponen unas gafas y un bigotito para intentar darle una imagen de sabiduría cosa que no logran. En cuanto a su interpretación se reduce a poner caras de ido y gritarle a la gente. Especialmente detestable es la actuación del alcohólico que es de risa. Ese hombre o nunca se emborrachó o nunca vio a nadie en este estado ya que no hace más que gritar, reír como un poseso y abrir los ojos tirando botellas a la pared en cualquier escena de las que sale. Ni en un cortometraje amateur se ve una calidad tan baja. La dueña de la casa, su prima, su amiga periodista así como la criada, son actores de segunda o tercera fila que tampoco lucen nada. Señalar que aunque parezcan sacados de una película erótica, los desnudos son muy escasos y tampoco es que fueran demasiado deseables (quizás el de la criada hubiera estado interesante).

Tengo que señalar que me llamó la atención la fealdad de las localizaciones y decorados donde se rodó este engendro. Todo da la de descuidado y feo. Las habitaciones que componen la mansión parecen como si fueran de una casa abandonada y le metieran un par de muebles para poder darle algo de vida durante el rodaje. Si se tratara de otra película podría llegar a pensar que está hecho a posta para dar más sensación de historia de fantasma pero en este caso creo que es más fruto de la escasez de capital que de otra cosa.

Por último señalar que cuenta con un par de escenas gore que sin ser nada del otro mundo están conseguidas siendo lo mejor de la cinta. Tampoco está del todo mal la banda sonora que recuerda en muchas ocasiones a las de los I Goblin del maestro Argento.

En resumen, no recomendaría a nadie seriamente esta película ya que como comenté antes tiene una gran cantidad de defectos. No obstante, yo me lo pasé muy bien viendo las abundantes estupideces y fallos de la película. Es de las que te provocan la risa y pienso que sería interesante para ver con el grupo de amigos y un cargamento abundante de cervezas.

2 comentarios

Callus -

Y q lo digas. No pude evitar darle para atrás para volvera a oír. Me reí lo q no está escrito.

laadorablecosita -

“no sé lo que me está pasando pero tengo ganas de amar”.
La frase del mes, sin duda alguna