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Giallos

Cena con el Vampiro (1988) – Lamberto Bava

Cena con el Vampiro (1988) – Lamberto Bava

La falta de vergüenza es quizás la característica más destacable del cine italiano de terror y ciencia ficción. Nadie como los productores italianos (bueno, quizás los turcos pero eso ya es otro cantar) para plagiar, con cuatro duros, cualquier gran éxito del cine americano. Durante los setenta y ochenta no había película exitosa que no tuviera su copia italiana eso sí, disfrazada con nombres americanos que escondían profesionales (y no tanto) del país mediterráneo. Reconozco que yo, en aquellos primeros tiempos de VHS, alquilé y disfruté de muchas de estas “joyas”. Es más, actualmente todavía gozo visionando gran parte de ellas. Por eso cuando me decidí a ver “Cena con el Vampiro” pensé que sería otra de esas adorables y casposas producciones de los 80. Nada más lejos de la realidad.

Aquí un grupo de personajes, tres chicas y un chico, son seleccionados en un casting que realiza Yurek, un famoso director de cine de terror, para elegir a los protagonistas de su nueva película. Al acudir al lugar en el que reside dicho director, un castillo en medio del campo, se darán cuenta de que se trata de un vampiro. Durante la cena, Yurek les hará una propuesta sorprendente: tienen hasta el amanecer para acabar con él o serán ellos los que pasarán a mejor vida.

Mientras la veía pensaba que el que escribió el guión debía de estar hasta las trancas de cazalla mientras lo hacía porque la historia no tiene lógica ninguna. Pensaba, además, que hubiera sido un buen guión para una película de Parchís u otro grupo infantil de los años 80. Salvo por las canciones, el comportamiento de los protagonistas es del estilo del que demostraban los repelentes niños de las películas infantiles. Ya lo comentaré en profundidad más adelante.

Ya en la primera escena un equipo de rodaje de principios del siglo XX, que están filmando una película, encuentran al vampiro y, como ocurre siempre, alguien se corta y con esa sangre el ser revive. Lo curioso es que en vez de escapar, se quedan allí mirando como despierta y acaba con sus vidas.

Acto seguido pasamos a la época actual (los 80) y vemos a un grupo de gente esperando en la puerta de un teatro para poder acceder a un casting. Aquí es donde nos presentan a los protagonistas (que por cierto están todos en primera fila para entrar y son los únicos que hablan durante la espera). Hay una cantante, una bailarina, una actriz y un humorista (el graciosillo suele ser insoportable en la mayoría de las películas pero en esta se lleva la palma).

La prueba ya es el despiporre porque vamos a ver, ¿para qué narices quiere un director de cine de terror a una bailarina, una cantante y un humorista? Especialmente graciosa es la prueba de la bailarina. Lo único que hace es improvisar saltando y moviendo las manos a la manera de los 80 (¡qué tiempos!). También podemos disfrutar de la cantante con la típica tonadilla de la época y a la actriz representando un fragmento de Romeo y Julieta. Lo que no recuerdo es lo que hizo el humorista (igual lo olvidé como suele ocurrir con los traumas como accidentes y cosas por el estilo). Todo está dirigido por un malvado productor de los de pelo engominado.

Los seleccionados son recogidos días después para dirigirse al castillo donde reside el director. Aquí es donde aparece otra figura que no puede faltar en cualquier película con castillo que se precie, que es la del jorobado a lo Marty Feldman. Éste se dedica a hacer tonterías y comentarios supuestamente graciosos (o se me está agriando el carácter o maldita la gracia que tenía el buen hombre).

Por último señalar que aparecen dos personajes más, el vampiro y su compañera. El vampiro está interpretado por George Hilton (realmente Jorge Hill Acosta), actor más que solvente muy habitual en los giallos de la época como “La Perversa Sr. Ward”, “La Cola del Escorpión” o “Sumario Sangriento de la Pequeña Estefanía” para el que suscribe, una de las mejores producciones de su género. Y para redondear una chica que parece que también es vampiro, que tiene poderes y ciertos comportamientos lésbicos pero que al final ni es vampiro, ni es lesbiana ni nada que se le parezca. Muy raro todo.

Una vez que Yurek les plantea el reto, el resto de la película es una sucesión de carreras de los protagonistas arriba y abajo por todo el castillo. El esquema es: se encierran en una habitación – hablan un poco – aparece el vampiro (Buhhh) – corren por los pasillos – se encierran en otra habitación.

Por el medio podemos “disfrutar” de toques de comedia propia de película infantil. Así, en un momento una de las protagonistas le pega una patada en sus partes al vampiro quedando éste medio encogido, en otro momento otra de las chicas le mete una cinta de video en la boca que le queda atrapada entre los colmillos, … como podéis apreciar algo totalmente jocoso. Aquí es donde sientes auténtica pena del pobre de George, tener que acabar en esto.

También son especialmente graciosos los comentarios del chico durante la cena cuando se les da a conocer la naturaleza vampírica del dueño del castillo (auténtico festival del humor, vamos).

El final es de órdago con un grupo de monstruos que casi no se ven pero se vislumbran unas caretas propias de chino de la esquina.

Las interpretaciones son todas patéticas. Incluso George Hilton parece que no se llega a creer en ningún momento su personaje. Las actrices no están mal pero no enseñan ni pizca de chicha (otro punto negativo).

Lo único destacable de toda la cinta es la escena en la que matan al productor cuyo momento gore contrasta con todo lo light que es la película el resto del tiempo.

En resumen, parece mentira que se llegara a producir tal engendro. Yo siempre critico el cine de terror de Lucio Fulci pero comparado con esto es auténtica gloria. Por lo menos sus películas poseen cierto toque onírico bastante logrado. Aquí, ni hay terror, ni gore (sacando una escena), ni hay comedia, ni hay sexo, ni hay nada de nada. Llama la atención que el artífice de esto sea Lamberto Bava que, aún siendo un director bastante malo, tiene las dos partes de “Demons” que eran perfectamente disfrutables. Esta película no. Abstenerse de ella salvo la gente que eche de menos las aventuras de Parchís.

¿Te Gusta Hitchcock? (2005) – Dario Argento

¿Te Gusta Hitchcock? (2005) – Dario Argento

Dario Argento es uno de los mejores directores europeos de los últimos 50 años. A él le debemos un género tan de moda en los años 70 y 80 como fue el giallo. Es cierto que los precedentes del género se le deben a otro gran maestro como fue Mario Bava pero fue Argento el que sacó lo mejor del mismo con joyas como “Rojo Oscuro”, “Terror en la Ópera” o la inconclusa (por poco tiempo) Trilogía de la Madres.

La historia de esta cinta trata de un joven estudiante de ciencias de la comunicación que realiza una tesis sobre el cine expresionista alemán y que es un gran admirador del cine de Hitchcock. Una noche se produce un asesinato en la casa de enfrente de la suya y decide investigarlo.

“¿Te Gusta Hitchcock?” Es un homenaje que Argento realiza al cine del orondo director inglés. Así, podemos observar muchas referencias a sus películas especialmente a “La Ventana Indiscreta”, “Extraños en un Tren” o “Asesinato Perfecto”. Pero también hay referencias a películas de otros directores de suspense como “Vestida para Matar” de Brian de Palma.

Este largometraje (realizado para televisión) tiende más al suspense que al cine típico de Argento. La película se centra principalmente en la investigación que realiza el protagonista con total ausencia de los asesinatos tan creativos de su director (sólo vamos a ver el asesinato que se produce al principio).

El principal problema de esta producción es que el estilo de Argento difiere muchísimo del de Hitchcock. Se nota un gran desconocimiento de los elementos que provocan el suspense. Como consecuencia de esto, escenas que tendrían que producir tensión si las hubiera rodado el director inglés no lo que consiguen y lo único que hacen es ralentizar el desarrollo de la trama. Esto se puede apreciar en la escena en la que el protagonista gravemente accidentado intenta escapar del jefe de Frederica en su motocicleta.

El guión tampoco es que esté muy logrado. Es más bien simple y muy predecible. Además, el saber desde el principio que fue un asesinato y el reducido número de personajes que aparecen, provoca que no te surja en ningún momento la sensación de que el protagonista se esté inventando una trama policial donde no la hay. Para colmo al final te queda una sensación de que la resolución de la historia está metida con calzador y que en verdad no encaja mucho.

Otro detalle que no me quedó muy claro del guión es a qué viene la escena del principio en la que nos cuentan esa aventura vivida por el protagonista en su infancia. No aporta nada relevante a la historia.

Los actores no son especialmente buenos siendo sus interpretaciones en ocasiones bastante justas (especialmente el protagonista). En el caso de las chicas sus papeles son demasiado reducidos en cuanto a líneas de diálogo lo que no quita para que, en un momento u otro, todas nos enseñen sus atributos físicos. También me llama la atención que es mucho más guapa la novia del protagonista (Cristina Brondo) que la que hace el papel de mujer fatal (Elisabetta Rocchetti).

Poco más puedo comentar de esta producción, es entretenida para una tarde tonta pero que no aporta nada al thriller ni, desde luego, a la filmografía de Dario Argento. Me gustaría destacar eso si, la banda sonora que está muy lograda.

Como curiosidad decir que al verla en versión original, me llamó la atención que en Italia también tienen la “bonita” costumbre de cambiar los títulos de las películas y “Extraños en un Tren” la denominan “Delito per Delitto”.

Pesadilla Sangrienta (1989) – Leandro Luchetti

Pesadilla Sangrienta (1989) – Leandro Luchetti

Tengo que confesar que, cinematográficamente hablando, soy algo masoquista y que aun cuando existen claros signos de que la película no merece la pena, la acabo viendo igualmente. Éste es el caso de “Pesadilla Sangrienta”.

Para empezar es importante señalar que aunque este título se vende como de Lucio Fulci, este interesante y controvertido realizador no es el director. Se trata de la típica cinta “famoso” presenta. Así que el que espere ver ese virtuosismo tan característico de Fulci a la hora de representar ambientes oníricos la lleva clara.

El argumento gira entorno a un terapeuta que acude a una antigua mansión para tratar a su dueña la cual sufre una enfermedad que la mantiene en una silla de ruedas. Este médico percibe, gracias a unos poderes extrasensoriales que tiene (sin comentarios), la visión de una persona asesinando a otra en una zona abandonada de la vieja casa. A medida que vaya avanzando en su investigación descubrirá los secretos ocultos de los personajes que le rodean y de su pasado.

Una película que nos presenta a los 5 minutos una escena en la vemos a una joven con un abrigo de pieles puesto y cuando el protagonista le pregunta si es familiar de la dueña de la casa, lo deja caer al suelo (en la mejor tradición del porno barato) mientras dice (y podemos apreciar entonces por su vestimenta) que se trata de la criada ya nos demuestra la habilidad del guionista. Pero eso sería quedarse corto porque durante su hora y media de duración abundan las situaciones absurdas como la relación sádica entre la dueña y la criada o esas escena del protagonista haciendo tai-chi que no aportan nada a la historia así como los diálogos delirantes como “no sé lo que me está pasando pero tengo ganas de amar”.

El director no tiene ni idea de qué hacer con la cámara por lo que, o la mueve de un lado y a otro sin sentido, o la deja fija en planos raros y muy forzados. Así vemos escenas como la llegada inicial del doctor a la casa en las que, a pesar de apreciarse que la sala en la que toman el té la dueña y su amiga periodista es grande, los tres personajes están sentados en  una esquina de la habitación. Ridícula también es la escena en la que el protagonista se ve atacado en las escaleras por el cadáver en silla de ruedas. Aquí se juntan una mala dirección con una patética actuación. En teoría ante verse arrollado por esa silla de ruedas, la aparta de un golpe pero en verdad se aprecia que agarra la silla y, tomándose su tiempo para ello, la empuja escaleras abajo.

En cuanto a la actuación de los actores, parecen salidos de una película erótica de los 80. Al protagonista, que más que médico parece un curandero, le ponen unas gafas y un bigotito para intentar darle una imagen de sabiduría cosa que no logran. En cuanto a su interpretación se reduce a poner caras de ido y gritarle a la gente. Especialmente detestable es la actuación del alcohólico que es de risa. Ese hombre o nunca se emborrachó o nunca vio a nadie en este estado ya que no hace más que gritar, reír como un poseso y abrir los ojos tirando botellas a la pared en cualquier escena de las que sale. Ni en un cortometraje amateur se ve una calidad tan baja. La dueña de la casa, su prima, su amiga periodista así como la criada, son actores de segunda o tercera fila que tampoco lucen nada. Señalar que aunque parezcan sacados de una película erótica, los desnudos son muy escasos y tampoco es que fueran demasiado deseables (quizás el de la criada hubiera estado interesante).

Tengo que señalar que me llamó la atención la fealdad de las localizaciones y decorados donde se rodó este engendro. Todo da la de descuidado y feo. Las habitaciones que componen la mansión parecen como si fueran de una casa abandonada y le metieran un par de muebles para poder darle algo de vida durante el rodaje. Si se tratara de otra película podría llegar a pensar que está hecho a posta para dar más sensación de historia de fantasma pero en este caso creo que es más fruto de la escasez de capital que de otra cosa.

Por último señalar que cuenta con un par de escenas gore que sin ser nada del otro mundo están conseguidas siendo lo mejor de la cinta. Tampoco está del todo mal la banda sonora que recuerda en muchas ocasiones a las de los I Goblin del maestro Argento.

En resumen, no recomendaría a nadie seriamente esta película ya que como comenté antes tiene una gran cantidad de defectos. No obstante, yo me lo pasé muy bien viendo las abundantes estupideces y fallos de la película. Es de las que te provocan la risa y pienso que sería interesante para ver con el grupo de amigos y un cargamento abundante de cervezas.